Luchando con la culpa... [Ocupado]

Entré al hospital, aunque no me agradaba la idea para mi lamento mi abuela estaba internada luego de un accidente que había tenido mientras yo estaba en el Instituto.... Me sentía infinitamente culpable y di pasos lentos hasta lleguar de nuevo a la Sala de Espera, donde tendría que estar hasta que me permitieran verla, no podía creer lo cerca que había estado de la muerte... La vida era tan efímera para los humanos que alguien en mi condición no podía entenderlo

Llegué a casa despues del instituto y como de costumbre no había nadie en casa, pero no importaba mucho en realidad, lo único que me importaba era entrar en el interior calentito y preparar algo de comer para después hacer mis tareas, me resultaba impresionante lo aburrido que resultaba ser Forks y en tan solo tres días ya estaba inmersa en una tediosa rutina.
Busqué las llaves de la casa en mi mochila, tuve que vaciar todo el contenido sobre el porche pero no estaban, las busqué en el auto y tampoco estaban, genial, mi maravillosa costumbre: las había olvidado dentro de la casa. Miré mi reloj de mano y me mordí el labio inferior apesadumbrada al ver que era temprano para que mamá llegara a casa y no quería ir hasta su oficina a molestarla por una cosa tan estúpida, además de que resultaría vergonzoso que me reprendiera delante de sus compañeros de trabajo.
Miré alrededor y mi vista se posó en la ventana de mi habitación y el arbol que crecía frente a esta, tuve una maravillosa idea, no parecía tan alto desde allí, ni dificl escalar un arbol. Me puse la mochila sobre los hombros y me dirigí al arbol para escalarlo, logré alcanzar la rama mas cercana a la ventana y cuidadosamente avancé a lo largo de esta; instintivamente miré hacia abajo y sentí un vuelco en el estómago, me quedé tiesa donde estaba, las extremidades comenzaron a temblarme y no tuve el valor suficiente de seguir avanzando. No se cuanto tiempo mas pasé ahí cuando un crujido proveniente de la rama me alertó, se rompería y no quería estar ahí para cuando eso sucediera, me moví en reversa tratando de regresar y resbalé. Apreté fuertemente los ojos como si eso fuera a disminuír la fuerza del imapcto y apreté los labios para no gritar. La caída fue rápida y no tan dolorosa como había pensado, afortunadamente había debajo un arbusto frondoso.
Me levanté lentamente, seguía viva, eureka, aunque me dolía absolutamente todo, tragué saliva y respiré hondo para no llorar, que ridículo sería hacerlo.
Un fluído caliente recorría desde mi frente hasta mi mejilla, me llevé la mano y descubrí que estaba sangrando, maldije en voz baja y me dirigí al auto para observar la herida en el espejo retrovisor, hice una mueca al ver mi reflejo en este, lucía peor de lo que había imaginado.
Pensé en todas mis posibilidades saltando aquella que detestaba profundamente, pero no tenía otra opción, me limpié la sangre que había fluído hasta entonces y conduje hacia el hospital para que suturaran la herida. La enfermera me dijo que tendría que esperar un momento, me senté a lado de un chica que tenía expresión preocupada, inmediatamente no pude evitar preguntarme que le sucedía, los hospitales eran malos, los odiaba. Recargué mi cabeza contra la pared y cerré los ojos, respirando lentamente, el olor a hospital me mareaba y mas las expresiones de la gente enferma o preocupada. Por eso odiaba los hospitales.

Estaba pensando en mi abuela, en Grecia, mi pasado.... En tantas cosas que llegué a olvidar donde me encontraba. Hasta que un olor conocido me sacó de mis pensamientos... Sangre.... Claramente podía beberla, aun cuando podía sobrevivir sin ella. Observé por el rabillo del ojo a la chcia rubia herida pero no le dije nada ya que parecía estar dormitando. Suspire largamente pensando en si sería mejor alejarme de ella por si las dudas